Cuando los vi entrar supuse que esa sería mi gran oportunidad: una demanda colectiva siempre tiene mayor repercusión mediática y económica, recuerdo que pensé emocionado.
Abogados
Lo primero que me preguntan en la entrevista es mi edad. Me extraña, es ilegal, todo el mundo lo sabe, así que respondo con mi mejor tono de autosuficiencia que, a pesar de mi juventud, estoy sobradamente capacitado para el trabajo.
Hoy le nota más cansado, con esas ojeras pronunciadas que le afean la mirada. Aunque dicen que la tele hace mayor y engorda, intenta consolarse. Habla otra vez de la necesidad de aumentar el apoyo internacional,
Que nuestro mundo ha cambiado a causa de la pandemia es indiscutible. Yo, por ejemplo, ya no trabajo en el despacho. Para facilitar el acceso de la gente necesitada a la Justicia,
Nunca imaginé que mi empleo como abogada consistiría en promover el lenguaje inclusivo en el bufete que me contrató por un salario muy inferior al mínimo interprofesional.
Sí, ya sé que en el turno de oficio podemos encontrar una amplia diversidad de clientes, pero jamás imaginé que me toparía con él. —Vosotros no proteger los bosques —lanza como saludo nada más verme entrar.
—No se levante, Señoría, que volcamos. —¿Os habéis fijado? Hay residuos por todas partes, ¡qué asco! —Estamos como sardinas en lata,