El abogado intenta hacerme entrar en razón; el pobre hombre está cansado de este litigio y apenas queda tiempo para cerrar el acuerdo. Pero no hay razón que valga. Ellas siempre se han mofado de mis paseos por el bosque, las muy ladinas. Porque de afables, nada: tienen muy engañada a la gente con sus naricitas perfectas, sus ojos almendrados y sus delicados rizos cubriéndoles la espalda. Cuando el lobo feroz y yo nos registramos como pareja de hecho, sus difamaciones traspasaron los límites de la decencia. Nunca han agradecido que hagamos su trabajo mientras se van de vacaciones para que ningún niño se quede sin cuento de buenas noches. Y resulta que ahora, de repente, les encanta mi caperuza roja y ellas y sus aburridos príncipes azules quieren pactar con nosotros. Cualquier cosa con tal de ganar las próximas elecciones. Pues no. Que se apañen con los tres cerditos.
Finalista del mes de junio en el XV Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
PALABRAS DEL MES: afable, elecciones, litigio, pactar, vacaciones
12 ideas sobre “EL CUENTO DE NUNCA ACABAR”
Hola escritora… Te comento por aquí y por allí… Tu imaginación vuelve a sorprenderme con ese cuento en el que caperucita y el lobo acaban liados y los príncipes azules se presentan a las elecciones. Tienes una maravillosa habilidad para engañar al más ducho de los mortales y conseguir que se sorprenda y sonría al finalizar la lectura de tus historias. Mi voto… ¡Ah!, no, que aquí no se vota, es allí…
Enhorabuena Margarita.
Pdt. Este mes no les han gustado mis dos relatos, porque ante la primera negativa, les envié un segundo.
Te los pego por si quieres echarles un vistazo.
Ya sé, ya sé que solo se puede enviar uno al mes, pero no se lo digas a nadie…
CRUELLA DE VIL
ENVIADO EN 20/06/2023 15:01
Intentamos pactar, pero resultó imposible.
Me esforcé en presentarme al litigio con mi mejor disfraz, ese que me pongo cuando quiero dar una imagen afable y conciliadora.
Sin embargo, ella se vistió de insensibilidad y rencor. Y, a pesar de ello, tengo que reconocer que estaba guapísima.
El cariño y los afectos estaban de vacaciones en el Caribe, al otro lado del Atlántico, pero sus primos, el desamor, la malquerencia y el resentimiento, se habían quedado gobernando el hogar conyugal.
Sus estudios de Derecho y su experiencia como abogada civilista fueron más que suficientes para que mi titulación de ingeniero quedase reducida a cenizas.
Todas la elecciones que adopté y planteé respecto a situaciones del pasado mutuo, fueron torpedeadas y hundidas en un mar cruento y belicoso.
Al salir del cine aquella tarde, no pude evitar expresar mi opinión:
-No me ha gustado nada «Kramer contra Kramer», Meryl llora demasiado.
YO TAMBIÉN ESTOY HARTO DE COLES
ENVIADO EN 07/06/2023 14:18
Hay palabras que, según en qué momentos se digan, llegan a expresarlo todo. Y otras, según quién las pronuncie, no llegan a significar nada.
Los abogados solemos intentar pactar de una forma afable, cordial, amistosa y conciliadora, pues el «refranero popular» recomienda que siempre será mejor el peor de los acuerdos, que el mejor de los litigios. Y suele ser cierto en la mayoría de los casos.
Palabras como: juicio, integridad, democracia, compromiso, responsabilidad, sensatez, sentido común…, deberían ser plato principal del menú diario, cuando en realidad, no aparecen ni en el postre.
Sin embargo, los potajes que nos sirven todos los días para almorzar están condimentados solo con: falsedad, impostura, fraude, paparruchas, mentiras, calumnias, infundios, falacias y bulos. Y encima, hay que aguantar unas elecciones en plenas vacaciones.
No consigo acordarme ahora quién dijo: «Hasta el cono», pero sin atisbo de duda, lo suscribo.
Hola, escritor.
Gracias por compartir tus relatos. Ya sabes que «para gustos, colores», y también que este año están haciendo una criba cuanto menos peculiar. Yo no pienso chivarme de esa duplicidad, pero estamos en plena campaña electoral, te recuerdo, y los ánimos están caldeados, la vista puesta en el poder y el pie apretando el cuello de todo aquel que quiera levantar la cabeza, así que no te extrañe que te saquen de las listas y tengas que ir a sumar a otro lado.
Yo tampoco me acuerdo, pero sin atisbo de duda, también estoy hasta el cono y más arriba.
A disfrutar del verano. Si nos dejan.
Jajaja, buenísimo. Qué facilidad de argumento y qué ingenio más bien condensado. 🙂
El mérito no es mío: es de los políticos y políticas, que lo ponen muy fácil.
Me ha encantado !!!
Viva Caperucita Roja y el lobo … siempre dije que ni era tan buena caperucita ni tan malo el lobo .
Un poco harta de príncipes azules que en el fondo de príncipe y de azul no tienen nada . Igual que los políticos .
Enhorabuena !!
¡Cómo han cambiado los cuentos! Con los personajes de ahora, no hay manera de que tengan un final feliz. Me alegro por las perdices, que ya no van a la cazuela.
Gracias, Eva. Un abrazo.
Para que luego digan que todo está ya escrito. Está historia es ingeniosa y tiene gracia, pero es que además está muuuy bien contada. Enhorabuena, Margarita, y mucha suerte.
Qué alegría verte por aquí, Enrique.
A ver si hay suerte y podemos cambiarle el argumento a esta historia, y a otras, y podemos seguir escribiendo. Mientras tanto, que no nos falte el humor.
Un abrazo.
Muy divertido y sorprendente, con personajes de cuento, marca de la casa. Felicidades y un abrazo, Margarita.
Los cuentos dan mucho de sí; la pena es cada vez me cuesta más distinguir entre lo que es verdad o ficción y ya no sé ni lo que escribo.
Gracias por tu visita, Ángel.
Un abrazo.
Si es que al final ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.
Y es que por el interés te quiero Andrés!
Pero, si yo fuera un cerdito nada de pactos, fundada el partido de los gorrinos, que seguro que triunfan.
Me ha encantado este cuento, que no se si tendrá o no final feliz, eso se verá en las urnas.
Un beso Margarita y feliz verano
Ay, los cuentos ya no son lo que eran; ni los malos; ni los buenos; ni los gorrinos y sus torreznos. Todo vale, si la dicha es buena, o, al menos, regular. Así es difícil inventar historias. Y, para colmo, la imaginación se niega a trabajar si no le pago las horas extras. En fin, malos tiempos para la lírica, que decía la canción.
Disfrutaremos del verano mientras podamos.
Un beso grande, Aurora.