Ese verano sería el mejor verano de su vida.
Siempre que consiguiera deshacerse de su madre, claro.
Era la decimotercera vez que lo intentaba y el número trece le hacía presagiar que al final la suerte se pondría de su lado.
Vació de un trago el vaso de agua para coger fuerzas, lo dejó en el fregadero sin enjuagar, cogió el cuchillo de trinchar el pollo y se encaminó con pasos trémulos a su habitación.
Esperó con la oreja pegada en la puerta hasta convencerse de que lo único que oía era el latido de su corazón agitado.
Remoloneó todavía un buen rato antes de atreverse a entrar.
Allí estaba su madre, como suponía, sentada en su cama, la espalda apoyada en la almohada, las piernas extendidas sobre la colcha, vestida con su indefectible rictus de mal humor, mirándola fijamente.
No le iba a dar más opciones, ya no.
—O te quedas a vivir en tu tumba para siempre —dijo pronunciando las palabras muy despacio mientras la apuntaba con el cuchillo— o te vuelvo a matar.
Micróstico* ganador del Reto de Rocío de Juan Romero
*Escribir un microrrelato usando como letra inicial la que se da en el acróstico (ESEVERANO), y en ese orden.
18 ideas sobre “MICRÓSTICO”
Lo vuelves a hacer…
Tus relatos son todos buenos, pero tus finales me dejan frío y alelado, y eso que estamos en plena calígula veraniega.
Ese «o te vuelvo a matar» es merecedor de un guión de Alfred. Sí, ya sabes, ese inglés regordete de apellido impronunciable y, mucho menos, escribible.
Anthony Perkins habría bordado el papel.
Vuelvo a felicitarte una vez más.
Un abrazo y por favor, quedaros con el levantito que ya han dicho que viene para acá.
Soy incorregible, Guillermo, a pesar de mis propósitos de enmienda; ya no sé qué hacer, ¿volverme a matar?, quizá eso resolvería el problema y descansaríamos todos en paz.
Aunque para descansar sería preciso que el levante se marchase hacia otras tierras, que estas las tiene muy vistas ya; cualquier otro favor me lo pensaría, este no, ya no. Lo siento por ti y por todos tus compañeros, que decíamos de pequeños.
Un abrazo y a disfrutar del veranito.
Muchas felicidades Margarita. Es muy bueno y me ha encantado!!
Besicos muchos.
Mil gracias, Nani. Me alegra mucho que te guste y que, además, me lo digas.
Un beso enorme.
Lo que me gusta de tus relatos es que discurren plácidamente, sin tropiezos y, de pronto, le das la vuelta a la historia hacia algo inesperado. Me ha gustado mucho la técnica del acróstico????
Intento conseguir el efecto de ese fogonazo final para despertar al lector siempre que la imaginación lo permite, aunque, no sé por qué últimamente no nos llevamos bien (la imaginación y yo).
Creo que es la primera vez que escribo un acróstico, no me gustan demasiado (y tampoco sé, para qué vamos a mentir), pero que estuviese relacionado con los micros me llamó la atención. Y también porque era un disparador creativo de Rocío. Te animo a que la sigas en redes si no lo haces ya. Este ejercicio lo hizo en Instagram; recuerdo que el verano pasado, en Facebook, hizo varios. Son divertidos y siempre se aprende.
Un abrazo y buen verano.
Muy bueno y sorprendente. Como decía aquel, un relato muy tuyo.
Pero lo mejor es que contigo siempre se aprende. Hasta ahora no tenía ni idea de lo que era un acróstico, pero gracias a este «micróstico» he aprendido algo nuevo, al menos para mí. Aquí te dejo el correspondiente a mi VERANO. Besos.
Verde y azul que se funden en el mar.
En el horizonte el sol se alza radiante.
Risas y alegrías efímeras.
Aroma a salitre que flota en el aire.
Noches estrelladas.
Olas juguetonas que besan la arena.
Jo, Javier, que me vas a quitar el puesto. Con lo que me cuestan a mí estos «chismes» y tú lo habrás hecho en un pis pas, seguro, que ya conozco yo tu cabecita y la inteligencia que custodia.
Reconozco el aroma y los colores que salen en tu acróstico. Espero que hayáis disfrutado. Todavía me estoy relamiendo con el taco de camarones; eso hay que repetirlo.
Besos y a seguir disfrutando.
Gracias por hacernos disfrutar con tus micros.
Releo y releo para sacarles el jugo.
Ahora, a esperar el siguiente.
Cuando me salta la notificación de una entrada tuya, estoy ansiosa por ver como vas a volver a sorprendernos.
Imaginación ,desde luego, no te falta, aunque tu digas que últimamente no os lleváis bien.
A disfrutar de tus merecidos premios Margarita!!
Solo me queda desearte un superfeliz verano y mandarte un beso.
Ah, disculpa mi atrevimiento, pero quería intentar la técnica del acróstico
Gracias a ti, Aurora, muchas gracias, porque con estos ánimos que me das, a ver quién se resiste a seguir escribiendo; incluso aunque tenga que pelearme con mi imaginación, que ha salido respondona, no te creas, y en lo único que piensa es en tumbarse a la sombra (al sol imposible) a disfrutar del verano.
Y de atrevimiento nada: escribe; escribe acrósticos, (a mí se me dan tan mal como la poesía), y lo que te salga, y descubrirás el placer que produce contar historias. Ojalá pueda leerte pronto.
Feliz verano para vosotros también.
Un beso para toda la familia y ración extra para ti.
Buenísimo. Y el acróstico, perfecto.
Si lo dice una maestra como tú, más que contenta.
Mil gracias, Teresa.
Un abrazo
¡Bien dicho! 😀
Con todas las letras ;-))
Brillante nuevamente.
Rabiosamente imaginativo.
Acrobático en su final.
Vigoroso en el recuerdo.
Original en su humor inesperado.
¡Bravo!
Desde luego, Hitchcock también hubiera sonreído con tu historia. Ni lo dudo 😉
Otro reto interesante gira en torno a los términos palíndromos, esto es, los que se leen igual de un lado que del otro (en equivalencia a los números capicúas). Yo los descubrí con la película española «Los amantes del círculo polar», donde su director Julio Medem juega constantemente con este concepto, ya de partida con los nombres de sus protagonistas: Ana y Otto.
¡Que viva la creatividad lúdica con el lenguaje!
Pocas cosas hay más divertidas, lúdicas, interesantes y necesarias como el lenguaje. Y digo «pocas» porque tú me hablarías del séptimo arte.
Mira tu comentario, léelo, pasa las yemas de tus dedos sobre él; ¿tengo o no tengo razón?
Levanto mi copa y brindo contigo.
Buena lectura de verano y de toda época. Abrazos, Margarita
No sé si es muy refrescante, pero al menos es breve.
Gracias por tu visita, Ángel.
Un abrazo y mis deseos de que tu verano no se parezca en nada al de la protagonista.