Un error en la numeración de las páginas, eso fue lo que me salvó la vida. La 512 ocupó el lugar de la 125 y así me enteré de que el novelista pensaba matarme. Bueno, él no, o al menos no directamente: iba a utilizar a mi mejor amigo. Ocultándome tras los adverbios para que nadie me viera, me moví entre los capítulos, y en el tercero descubrí a mi mujer encamada con él. En ese párrafo lo entendí todo. Su deslealtad me dolió más que saber que iba a morir. Tuve que agarrarme con furia a un adjetivo descalificativo para evitar saltar sobre ellos y descubrirme. Conté hasta cien, regresé al capítulo trece y cogí la escopeta del sheriff. Pacientemente esperé apoyado en una conjunción adversativa a que cayera la noche y entonces me escurrí del libro. A pesar de que mi autor me había creado con complexión atlética, me costó un gran esfuerzo arrastrar el pesado volumen sobre el escritorio hasta el borde. Extenuado, le di un último empujón, cayó al suelo y las palabras quedaron esparcidas sobre la moqueta. Al oír el ruido, tal y como había supuesto, el escritor entró rápidamente en el cuarto. Fue entonces cuando lo encañoné y le hice tragarse una a una todas sus palabras.
Finalista diciembre VII Concurso de La Microbiblioteca
Gracias a la generosidad de Raúl Luna, puedes escuchar esta historia en el siguiente enlace:
Más microrrelatos
16 ideas sobre “ARREPENTIMIENTO”
Muy bueno!
Felicidades.
¡Gracias, Yolanda!
Además eres «mi primera comentarista» :))
Pues voy a estrenarte el blog. En estos tiempos en que las redes sociales han fagocitado nuestras bitácoras, hay que agradecer el esfuerzo de crear una. Larga vida a tus letras. 💋💋
Pues aunque te lo tomas a broma, eres mi «héroa». Y si encima te pasas por aquí la noche de mi estreno a desearme suerte… ufff
¡Gracias, Arantza!
Me gustó entonces y me sigue gustando ahora. Enhorabuena por el blog.
¡Gracias, Rafa! A ver si consigo un buen potaje yo también.
Enhorabuena por tu estreno bloguero, por el micro, que es fantástico, y por quedar finalista en la microbiblioteca, que es algo que a todos los microrrelatistas nos encanta.
Gracias por triplicado, Juancho. Comentarios como el tuyo ayudan a que la fantasía siga llenando páginas, aunque a veces tenga que tragarse sus palabras. Y sí, coincido contigo en que La Microbiblioteca es todo un reto; llegar a la final es emocionante, así que ganar tiene que ser…
¡Qué bonita es tu casa!, enhorabuena por ese premio, , merecidísimo… un abrazo, pucelana.
Me alegra que te guste. Estás invitado siempre que te apetezca. Y si avisas primero, preparo algo para picar. Un abrazo de vuelta.
Me ha encantado, como siempre, me endanta leerte.
Muaka
Y a mí me encanta que me leas, Elda. ¡Gracias! Un beso.
A esto, Margarita, se le llama dar vida a un personaje. Mi más rendida admiración. Y un beso muy grande.
Admiración la que siento yo por ti, Eduardo, que estás siempre, no importa dónde ni lo largo que sea el camino. Un beso agradecido.
¿Arrepentimiento? Me tendría que arrepentir si no lo hubiera leído, algo que acabo de hacer y tras lo cual me he quedado fascinado con tu historia.
¡Excelente microrrelato, Margarita, como excelente es y será este blog (de título I-ncreíblemente fascinante) que acabas de abrir al mundo! ¡Ah, y enhorabuena por esa final!
Eres un amor, José Antonio. «I» lo digo sin ruborizarme ni arrepentirme .
En este blog las personas excelentes como tú siempre seréis bien recibidas. Mil gracias por venir hasta aquí.