A pesar de los años seguimos pareciéndonos como dos gotas de agua. Él algo más delgado y con las ojeras más pronunciadas, probablemente por su ligera afición a los productos destilados tonificadores del ánimo. Y es que caminar separados no resultó fácil para ninguno de los dos después de haber compartido la intimidad del vientre materno. Las divergencias comenzaron cuando ambos empezamos a competir por la misma mujer y ambos consideramos un acto de traición imperdonable lo que hacía el otro para conseguir sus favores. Hoy hemos vuelto a coincidir en la Sala. Él está muy elegante vestido de fiscal, aunque ha vuelto a pasarse con la colonia. Yo dejo caer con fuerza el expediente sobre la mesa para marcar mi territorio de abogado defensor. Es una pena, pero a estas alturas todavía no hemos aprendido que la Dama de la Justicia no se casa con nadie.
X Concurso de Microrrelatos sobre Abogados. Finalista en abril.
Palabras del mes: caminar, elegante, intimidad, traición, expediente
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2 ideas sobre “SOLTEROS Y ENTEROS”
Muy bueno. Me gustaría ver algo así si fuera posible y sobre todo conocer qué estaría pensando cada uno de los protagonistas en ese momento. Saludos.
Por desgracia las rencillas entre hermanos, gemelos incluidos, por un «quítame allá una pajas» no son monopolio de la ficción. Pero ficción o no, no me gustaría verme encausada en esa sala con esos dos.
Saludos, Santiago. Y gracias por llegar hasta aquí.