Estaba a un paso de conseguir la fama cuando, en el penúltimo capítulo, el protagonista de mi novela prefirió preservar su intimidad y se largó a un molino de la España vaciada en busca de la tranquilidad que yo no le daba con mis disparatadas ideas, dijo. Retoqué entonces a un personaje secundario para sustituirlo, pero por más que intentaba disimularla, su panza era visible incluso escribiéndola con letra minúscula. Para colmo, la coprotagonista de la obra se negó a ser su Dulcinea, y eso que intenté sobornarla con suntuosos tejidos y brocados. Nada, que de simple campesina no pasaba, me advirtió.
Seguí adelante de todos modos aun a riesgo de que el editor se percatase. Y se percató. Me ha denunciado por incumplimiento de guion. Mi abogado dice que, aunque lo tengo complicado, se va a partir el lomo para defenderme. ¡Es todo un personaje el Licenciado Vidriera este!
Finalista de octubre en el XIII Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
Palabras del mes: riesgo, preservar, tejido, visible, paso
13 ideas sobre “PERDER EL JUICIO”
Muchas felicidades Margarita. El relato es una joya. Me encanta!!
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani. Eres un amor.
Un beso grande y mil gracias por sacar siempre un rato para venir por aquí.
Muy bueno 👏👏👏
¡Gracias! 😊
Pero qué fantástico resulta siempre leerte, Margarita. Otro de esos relatos que nos provocan la sonrisa sin olvidar apuntes serios, como que el 10 de octubre fuera el Día Mundial de la Salud Mental o la alusión a la España vaciada.
Creo que deberías poner en contacto a los protagonistas de esta historia con los de la película «El rey pescador». Seguro que se entenderían 😉
Un abrazo.
«El rey pescador», anotado. No se te acaban los conocimientos ni la generosidad. Tengo mucha suerte.
Un abrazo, Ana
Congratulations 🎉
Thanks 😊
Rebelión en las páginas…, muy orginal, me encanta.
Esperemos que la cosa no termine en boda 😉
😃
Soberbio!
Gracias, Agustín 😊