En el primer capítulo Ella aparece sentada en la cocina, con gesto amable, garabateando deprisa sobre un trozo de papel manchado de harina mientras un sabroso guiso borbotea en el fuego. Él la sorprende al final del segundo capítulo. Le parte primero una ceja, después todas sus historias, las que Ella escribía en secreto y las que el destino había escrito para Ella. A partir de ese párrafo las lágrimas diluyen la tinta y el argumento es ininteligible. Hasta que, a través de un margen roto por la fuerza del oscuro líquido, consigue colarse el abogado del editor para gestionar el sinsentido de esta ficción narrativa que parece sacada de la realidad. Con la ley en la mano a Él lo envían a sacar brillo a los artículos del código penal. Y Ella recupera de nuevo el protagonismo de unas páginas en blanco que aún está a tiempo de escribir.
Finalista de septiembre en el XI Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
Palabras del mes: cocina, papel, ceja, gestionar, amable
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7 ideas sobre “BEST SELLER”
Enhorabuena.
De lo más original describiendo una dura realidad.
Me gustan las páginas en blanco.
Una página en blanco es lo mejor que hay: puedes escribir tu historia o llenarla de silencio.
Gracias por venir.
Eres como el Dalí de los relatos. Esta vez lo he tenido que leer dos veces, ya que es un poco surrealista, y eso es precisamente lo que más me ha gustado. Me maravilla como eres capaz de reflejar temas de plena actualidad o denuncia social, mediante formas abstractas (quizá simbólicas), en las que transcribes imágenes de la realidad más profunda ( y no siempre bonita) del ser humano. Doble enhorabuena!
Ay, ojalá tuviera yo el bigote de Dalí. Y su mirada excéntrica, aunque, bien mirado, quizá la mía se asemeje un poco a la suya, más «inatrevida» y bisoña, eso sí, pero todo se andará, -o se escribirá-.
Intento hablar de la actualidad desde otro ángulo más enrevesado porque a veces los argumentos, y las palabras que les dan forma, de tanto oírlos pasan desapercibidos, igual que el florero, que lleva tanto tiempo en el aparador que ya nadie repara en su belleza así que lo sitúo en todo el medio para darnos de bruces con él.
Y en cuanto a la metáfora o el simbolismo, creo que ayudan a llegar allí donde el sentido común no se atreve a entrar.
Si estas historias estrafalarias sirven para algo parecido, objetivo más que cumplido.
Doblemente agradecida, Javier: por tus lecturas y tu comentario.
Fascinante, como de costumbre 😘
Jo, qué alegría me das, Vicente. No sabía que te gustasen mis historias, al menos tanto como para llegar hasta aquí. Gracias, muchas.
Por supuesto que te sigo.
Hay que aprender de las mejores.