Lo primero que me preguntan en la entrevista es mi edad. Me extraña, es ilegal, todo el mundo lo sabe, así que respondo con mi mejor tono de autosuficiencia que, a pesar de mi juventud, estoy sobradamente capacitado para el trabajo. Pasamos entonces a hablar de la importancia de implantar los servicios necesarios para proteger la salud, y de amparar los derechos, pero también de cumplir con las obligaciones al respecto, y más en estos tiempos adversos, y de que mi parte será esencial e imprescindible. «Y no libre de riesgos», advierte el de pelo cano con la preocupación retratada en los ojos.
Acepto sin pensarlo. Al día siguiente, antes de que ellos lleguen al bufete, ya estoy allí, dispuesto a vigilar cada recoveco por minúsculo que sea, pertrechado con desinfectante, trapos y una fregona empapada en lejía para impedir el acceso del maldito virus y defenderlos.
Finalista de octubre en el XII Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
PALABRAS DEL MES: salud, proteger, edad, acceso, vigilar
17 ideas sobre “PRIMERA LÍNEA”
Well, of course, this pulled me in because it mentions age but that is not the same as years which I have plenty of, but then you speak of youth of which I have none, or at most very little left!
There! Your story had me looking in more than one direction! Clever! Thank you, Margarita. Have a great weekend 🙏
Sooner or later youth ends. It’s a matter of time. I no longer remember it.
I’m glad you have to think with my little stories. But I am much more glad that you come here and you speak with me.
Have a great weekend you too.
It is good to speak with you even if I can’t speak Spanish! They say it’s never too late to learn but in truth, I think I would need to visit Spain and learn the language there! I enjoy your little stories very much and I raise my glass of wine (it is very red with the heat of your country) as a toast to you. It’s lovely to meet you here!
Tiempos en que muchos personajes, habitualmente secundarios, cobran un protagonismo especial…
Un fantástico microrrelato que lo ilustra a la perfección.
El mundo al revés. Igual necesitábamos cambiar nuestro punto de mira y, necios de nosotros, como no lo conseguíamos, han tenido que mover el suelo que pisábamos con tanta seguridad.
Gracias por comentar, Atmósfera.
Un abrazo
Enhorabuena, Margarita !!!
Los invisibles de esta sociedad tan falta de valores , toman protagonismo . Qué injusta es la vida .!!!
Me ha gustado mucho el giro que has dado a esta problemática . Feliz sábado !
Nos están dando un golpe en el hocico, por presuntuosos. A ver si aprendemos antes de que sea demasiado tarde y hacemos de la vida un espacio más justo.
Muchas gracias por tu comentario, Eva.
¡Feliz domingo!
En primera línea merecen estar esos impagables microrrelatos, Margarita. ¡¡Bravo!!
Gracias por tus ánimos, Adela. Así es más fácil abrirse paso entre márgenes estrechos y letras apretadas.
Muy actual y muy de verdad.
Que bien describes con tan pocas palabras la importancia de lo invisible, lo esencial, y lo injusto de esta sociedad.
Un reconocimiento merecido en un gran microorelato.
Iba a decir que la pandemia está poniendo a cada uno en su sitio, pero no, por desgracia, no. Aunque sí puede ser un buen momento para replantearnos valores y, sobre todo, disfrutar de la vida desde la primera línea.
Como siempre, mil gracias por tus comentarios.
Te felicito, Margarita, por el merecido reconocimiento como finalista del concurso. En pocas palabras has conseguido retratar parte del salto antropológico al que nos enfrentó el coronavirus, y que muchos siguen sin comprender. Un saludo en la distancia.
Muchas gracias por tu comentario, Jerónimo.
Hay hechos que requieren de muy pocas palabras para explicarlos. Es una lástima que la gente no quiera darse cuenta.
Un saludo
Siempre es una gozada leerte. Me gusta especialmente la facilidad con la que en unas pocas líneas y de manera siempre acertada, agitas conciencias sobre los problemas candentes de nuestra sociedad.
Esta pandemia nos ha hecho ver, entre otras cosas, el equivocado valor que subjetivamente damos a unas profesiones frente a otras. De repente, nos hemos dado cuenta de que mientras estábamos encerrados, el mundo funciona gracias a las Kellys, a las cajeras de los supermercados, a los transportistas, a los repartidores, a los riders y a un largo etcetera de diferentes profesiones, todas ellas absolutamente esenciales. Profesiones clave que desgraciadamente, o mucho cambia esto, o me temo que con pandemia o sin ella seguirán padeciendo precariedad y temporalidad por mucho tiempo.
Enhorabuena por otro gran relato.
Besos
Siempre es un placer que me leas. ¡Y además comentas! Qué puedo hacer si no agradecértelo y cantar de contento, que falta hace, ambos, cantar y estar contentos.
Con el género humano y sus profesiones cada vez me decepciono más, pero me niego a perder toda esperanza; reservo una minúscula porción en el fondo del bolsillo del pantalón y procuro acordarme de sacarla antes de lavarlo, para que no encoja (la esperanza).
En fin, que son malos tiempos para la lírica. Y encima otoño.
Por suerte nos quedan los amigos.
Besos
Qué título más apropiado para este actualísimo y excelente relato.
Enhorabuena, Margarita.
Un abrazo desde Pucela.
Como sigamos así, se nos acaban los títulos y las líneas.
Muchas gracias por pasarte y comentar, Rosy. Y por ese abrazo con aromas de meseta que me sabe a gloria.
Cuídate mucho.