Hoy le nota más cansado, con esas ojeras pronunciadas que le afean la mirada. Aunque dicen que la tele hace mayor y engorda, intenta consolarse. Habla otra vez de la necesidad de aumentar el apoyo internacional, de fortalecer alianzas, de promover el desarrollo de tecnologías ecológicamente racionales y cooperar con los países que no llegan. Se lo sabe de memoria ya. No se pierde ninguna de sus intervenciones.
En la residencia todo el mundo la conoce como la madre del famoso «abogado del Planeta». Algunas hasta la miran con envidia mientras murmuran quisquillosas que no lo logrará.
Ella trató de educarle en valores como el respeto, la solidaridad y la lealtad y se deslomó para pagarle los estudios. Se siente muy orgullosa de él, sin embargo, a veces le gustaría que viniese a verla, un ratito solo. Al menos en Navidad. Luego se arrepiente de esos pensamientos egoístas. Y llora.
GANADOR del mes de agosto en el XII Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
PALABRAS DEL MES: fortalecer, alianza, cooperar, solidaridad, apoyo
31 ideas sobre “MADRE”
Madre mía , nunca mejor dicho.
Me ha llegado al alma.
Enhorabuena !!
Por suerte hay personas como tú a las que nunca les pasaría lo que a nuestro abogado del planeta.
Al gran amante y defensor del planeta, de las gentes que lo habitan y las tecnologías que lo sustentan, se le olvidó pensar o deducir que el amor empieza por la familia y ¿qué hay más importante en la familia que una madre?
Creo que él debe hacer un curso de reciclaje.
Genial relato, amiga Margarita.
Cuando tienes muchos frentes abiertos puede ocurrir que no sepas de dónde sacar tiempo. Y quién mejor que una madre para que te preste el suyo, el que le corresponde, precisamente porque sabes que una madre lo entenderá y esperará paciente a que encuentres más.
Gracias por comentar, Isidro
Tocante
Objetivo cumplido entonces. Gracias por tu comentario, Mariel.
⊂(´・◡・⊂ )∘˚˳°
¡Hola, buenos días! 😊
Maravilloso relato, me ha encantada mucho!
Me encantan tus relatos!
Un fuerte abrazo y feliz domingo!
¡Hola, Yleniaely! 😃
Menuda alegría me das. Espero que haya más relatos y que también te gusten.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Sublime
😊😍
Me encanto amiga , Gracias por este momento gradable. fue de interes leerte. Gracias!—- Feliz noche!._Bst
Me alegran tus palabras, Marina.
Muchas gracias por comentar.
Gracias por leerme. Y felicidades por tus textos.
Un placer leerte.
Gracias por comentar.
Hace años tenía un trabajo en el que tenía que ir habitualmente a residencias. Las había buenas, malas y vergonzosas. En las tres había gente olvidada de los suyos solo esperando el terminar.
Muy bonito tú relato.
Es una lástima. Creo que realmente no somos conscientes.
Y a veces ni siquiera hace falta estar en una residencia ni tener setenta años para verte relegado de la vida de tus hijos. El trabajo (intenso y mal pagado), el ritmo que nos impone la vida para no quedarte descolgado, amigos, novios, cansancio, ganas de divertirse,… y falta de responsabilidad también.
Gracias por comentar, CarMac
Yo creo que lo que está pasando con la nueva oleada de Covid es un reflejo de la sociedad actual. Cada uno va a lo suyo y pasa por encima de los demás sin preocuparse de si se queda por el camino mayores o lo que sea. Me considero realista y cuando veía a toda la gente aplaudiendo desde las ventanas y con todo ese rollo «guay» y todos esos anuncios en la tele de que éramos un país solidario me reía de ello.
Nada es fácil!
Pero lo que es innegable es la entrega ,generosidad y paciencia infinita de las madres frente al ritmo frenético en el que a veces estamos metidos ,en perjuicio de ellas.
Me encanta leerte.
Un beso grande
Cuesta lograr ese equilibrio y eso que a veces son ellas las que nos ayudan a no quedarnos atrás en el frenesí del día a día y ni nos damos cuenta.
Gracias por leerme, Aurora. Y por comentar.
Un beso
Qué pellizquito, ahí, donde duelen las cosas…
Enhorabuena, Margarita, porque es muy bueno.
Esto de los afectos y los quereres y los trabajos y las culpabilidades y la soledad y las prisas es difícil de compaginar y que case bien.
A lo mejor es mucho más fácil que todo eso y no nos hemos dado cuenta todavía. O no.
Gracias por leer y comentar, Paisana.
Muy bueno.
Cuánta emotividad en tan pocas palabras.
Sin duda, para reflexionar.
Sí, para reflexionar un ratito, al menos en Navidad.
Muchas gracias por tu comentario, Miguel Ángel.
!!!Cuánto me alegro, Margarita!!!
!Enhorabuena, por tan merecidísimo premio!
Esta madre también emocionó al jurado. Solo falta que reciba la visita de su hijo.
Gracias por volver, Rosy, y por alegrarte conmigo 😍
The ‘translator’ doesn’t work well, he and she get mixed up….however, I like the idea of these micro-stories and will follow you and hope that I can learn more. Ashley.
I appreciate your effort, Ashley, and I hope that we can continue to read each other.
Greetings
Thank you Margarita, it is lovely to meet you. I’m sure to learn more here. Warm greetings from a windy Northern Ireland.
Querida Margarita:
Te felicito por tu blog, que es precioso en todos los sentidos. Este microrrelato me ha parecido excelente. Me recordó una visita en la que fuimos a cantar a un ancianato y una de las abuelitas me preguntaba, creyendo que era su hijo, que por qué no había vuelto más. Gracias por la evocación 🙂
Me alegra mucho que te guste el blog, Jerónimo, y que, además, me lo digas. Espero seguir estando a la altura.
Los ancianos tienen una ternura especial; son nuestra memoria incluso cuando a ellos les falla la suya. Es entrañable hablar con ellos, son historia viva. Qué pena que nos falte tiempo para disfrutarlos.
Gracias por tu comentario.
Un saludo