Nunca me arrepentiré lo suficiente de lo que le hicimos al pobre Ernesto. En aquella época teníamos tan solo ocho años, aunque suene a ridícula excusa, y su madre hacía las lentejas más deliciosas del mundo,
Archivos anuales: 2023
24 entradas
Recuerdo perfectamente el día que nos marchamos. Aún no había amanecido, lloviznaba y el motor del coche protestaba pasado de revoluciones.
Dos días antes de que comenzasen las fiestas patronales del pueblo, justo en ese momento en el que la noche se extiende sigilosamente entre las esquinas, cayó un meteorito en mitad de la plaza.