El microrrelato es un arte. Como pintar un cuadro, componer una canción, hacer una tortilla de patata o escuchar. No, no sirve cualquiera.
Tiene que ser intenso, arrollador, corto, impactante, sugerente, atrevido. Igual que el amor a primera vista. Porque o te enamoras en la primera línea o te arriesgas a que no haya una segunda y te quiebres las ganas contra el margen.
Que no te tiemble el pulso al escribirlo.
Tendrás que sajar las palabras, desenterrar sus raíces, ponerlas del revés, extraerles sufijos, prefijos y toda su descendencia, estrujarlas hasta conseguir que confiesen su cuarta acepción, cambiarles el género, el número, las letras,… En suma, tendrás que sudar. Sudor y tinta.
Mímalo como si fueras a despertar el resto de tus días a su lado.
No olvides que todas las palabras cuentan.
Y cuando alguien lo lea, que le tiemblen las ideas y se pare su reloj. Que sienta un hormigueo de cigarras. Que imagine. Que se emocione. Que se enamore. Que tenga ganas de cantar, de salir huyendo, de sentarse del susto, de gritar de contento, de saltar, de llamarte por tu nombre, de inventar algo viejo, de tener tres orejas para oírte mejor. De lo que sea, pero que sean ganas.
Con permiso de Calderón: Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los micros, sueños son.
22 ideas sobre “POÉTICA DEL MICRO”
Si señora , de eso se trata, de soñar e interpretar cada palabra leída . De un día volar otro llorar y otro reír , pero sobre todo de sentir .
Magnífico !
Eso es, que no falten las ganas de sentir, aunque sentir a veces duela.
¡Sintamos!
Así es y así te queda a ti. No tengo nada más que añadir, sino que siempre es un placer leerte.
Besicos muchos.
Es un placer saber que estás ahí, Nani, siempre dispuesta a leer y a comentar con generosidad.
Un beso y mil gracias.
Como profano en esto de la escritura no puedo opinar más que como lector. Todavía no me han dado ganas de salir huyendo ni de inventar nada viejo (jajaja muy bueno). Sí de cantar en alguna ocasión, incluso de intentar ganar al mus, pero siempre con ganas de devorar cada uno de tus micros con avidez, para poder desvelar ese efecto final que no te esperas y que consigue darle la vuelta a todo.
Besos
Un microrrelato sin lectores es como un río sin agua, que tiene cauce y hasta cantos en el fondo, pero ni te puedes bañar en él ni oír el soniquete del agua ni nada de casi nada. Sois vosotros los que les dais significado a ellos y a nosotros, los que intentamos escribirlos, ganas de seguir haciéndolo. Así que sigue ahí de lector porque, como dice la canción, «sin ti no soy nada, una gota de lluvia mojando mi cara». (Ya no sé qué inventarme para cantar un rato, eh, aunque sea por escrito).
Por cierto, y ya termino, tú que eres divergente prueba a inventar algo viejo y a ganar al mus. Te darás cuenta de que no es tan difícil 😉
Besos
Suscribo de principio a fin. Leer un buen micro es una inyección de ganas. Sensaciones en vena. Un saludo.
Los micros son la mejor adrenalina para los sentidos, pero, tú lo has dicho, no siempre sale bien y hay que volver a empezar.
Gracias por tu comentario, Jorge.
Un saludo
Hasta conocerte, tengo que reconocer que nunca había leído microrelatos.
Y ahora, estoy deseosa que me salte el aviso de una entrada nueva , expectante.
Tus pequeñas historias no dejan indiferente. Las vivo, me recreo releyendolas para sacarles el jugo y siempre espero ese final que nunca defrauda.
Leer un micro te hace soñar o sueño que leo un micro… al final Segismundo somos todos.
Comentarios como el tuyo hacen que merezca la pena el esfuerzo. Y me alegra haber sido la artífice de que te hagas adicta a los micros. Hay relatistas buenísimos por ahí acechando, así que ten cuidado y no permitas que pasen de largo.
Yo intentaré seguir manipulando los finales para que no defrauden. Si alguna vez pierden intensidad, corre hasta que te quedes sin resuello si es necesario para decirlo, eh.
Mientras tanto, soñemos mientras la noche y Segismundo lo permitan.
Me encantan los micros y relatos pequeñitos…
He descubierto un precioso tesoro.
Saludos
Compartimos afición por los micros entonces.
Seguro que descubrimos más.
Gracias por venir.
Saludos
Gracias por pasar por mí. Buenas tardes
Gracias a ti por devolverme la visita, Oso Blanco.
Un saludo.
De hacer sentir tú sabes mucho. Un abrazo, Preciosa.
Intento que nadie se quede indiferente cuando se termina la historia, pero supongo que no siempre lo consigo. Gracias por venir y por animarme y por hacerme sentir con tu comentario.
Un abrazo.
Perfecta explicación y buen comentario sobre el micro. Es verdad que son muy difíciles de escribir, no todo el munco puede hacerlo. Felicidades. Un saludo.
Es complicado explicar un micro, casi más que escribirlo. Pero seguiremos practicando. Y contigo, seguiré aprendiendo de cine.
Muchas gracias por comentar, Luis.
Un saludo
Lo has explicado muy bien, Margarita. Un microrrelato es como una bofetada en la cara. Si no lo sientes ardiendo en tu mejilla es que no ha sido suficiente efectivo. Sigue escribiendo como lo haces. Tus bofetadas son agradables de recibir. Un fuerte abrazo
Bueno, explicarse no siempre es fácil, así que con tu comentario me entran ganas de seguir en la lucha y «pegar fuerte». Muchas gracias, Mayte.
Un abrazo
Cóo no tengo manera de compartirla en mi blog, me la raptaré. Es hermoso. Bella noche tengas amiga.
Ráptala, pero con delicadeza, como tú sabes, y háblale de mí de vez en cuando.
Y cuando os tiemble el pulso, bailad, bailad hasta que el mundo deje de dar vueltas.
Felices sueños tengáis.