Lo primero que hago es ponerme el dorsal. Luego me recoloco la hoja de parra y, con ayuda de una pequeña rama de alcornoque, sujeto mi melena en un moño, arranco una manzana del árbol prohibido y la mordisqueo mientras me dirijo con parsimonia a la línea de salida.
Adán ya está allí, haciendo ejercicios de calentamiento que solo interrumpe para lanzarme una afilada sonrisa de superioridad en cuanto me sitúo a su lado. Al oír la señal divina, echamos a correr. Desde el puente romano, la serpiente, puesta en pie, sostiene una pancarta con frases motivadoras; parece una señal de tráfico vista de lejos. A medida que me acerco a su posición, la balancea. Es la señal acordada para que yo baje el ritmo y él pueda ganarme otra vez. Pero este año no pienso caer en la tentación. Ya es hora de cambiar el argumento de esta historia.
2.º premio en el XII certamen de microrrelatos San Silvestre Salmantina
10 ideas sobre “UNA HISTORIA CONTADA A LA CARRERA”
Cámbiala de una vez, Eva. Adanes del mundo, sentémonos a fumar la pipa de la paz. Y de postre, manzana. Y tres hurras por la ganadora. Tres, o los que hagan falta.
Me encantan las manzanas: sabrosas y saludables. A la pipa me apunto también.
¡Hip, hip, hurra por la nueva historia!
Es lo que tiene morder la manzana del conocimiento, que ya no te dejas manipular.
Por algo dicen que es la fruta más sana, ¿no? 😊
Muchas gracias, Óscar.
Un saludo
Cada vez más, estoy viendo en las diversas plataformas de video, que aparecen películas en que se representan mujeres empoderadas como heroínas o luchadoras, desafiando los estereotipos y relegando al hombre a un papel secundario.
Veo que en este relato te unes a esta moda, haciendo una reinterpretación moderna y crítica que presenta elementos que impulsan el empoderamiento femenino y a la reevaluación del papel de la mujer en la sociedad, en contra de la interpretación tradicional, en que la narrativa de Adan y Eva servía como ejemplo para justificar roles subordinados para la mujer con respecto al hombre.
Por eso, me maravilla que en solo cuatro líneas logres un relato inspirador en el que reflejas las luchas y logros reales de las mujeres, redefiniendo los roles femeninos y mostrando que las mujeres, como no puede ser de otra manera, también pueden ser y, de hecho sois, luchadoras, soñadoras y líderes, en cualquier ámbito de la vida.
Debería haber sido un primer premio.
Un beso
Es lamentable que a estas alturas de la Historia tengamos que reivindicar nada. Y con «nada» me refiero a todo y a todos: mujeres y homosexuales, enfermedad mental, un trabajo digno, acceso a la vivienda, a la sanidad, a una educación igualitaria y no sesgada. Parece que vivimos todavía en el Paraíso; pero en un paraíso creado a imagen y semejanza de algunos autoproclamados dioses que se han hecho hombres para vivir entre nosotros. Y no sigo porque entro en combustión.
Así que no queda otra que seguir dando guerra (de guerras tampoco andamos mal 😣) y no perder la capacidad de ilusionarnos, crear, amar (mi vena cursi) y soltarnos la melena para hacer sin ataduras todo lo que sabemos hacer (nosotras y vosotros).
Me gusta charlar contigo. Ya lo sabes, pero te lo repito, que nunca está de más.
Un beso.
P.D. El primer premio lo tuvo que dirimir el presidente del jurado para deshacer el empate. Me encanta ganar, pero no siempre se puede. (Es una de las lecciones que deberíamos aprender desde muy temprana edad).
😂😂😂🤣🤣🤣
¡Buenísimo, Margarita!
Sí, ya es hora de cambiar ese absurdo relato de la génesis.
La Historia, con mayúsculas, es tan falsa como esos cuentos bíblicos.
Qué sería de nosotros sin tantas Evas rebeldes.
Enhorabuena. Abrazo Grande.
Cierto, Jose Antonio, sin tantas Evas rebeldes y, también, sin los Adanes que evitan salir corriendo cuando nos ven aparecer en la línea de salida, cada vez más numerosos. Creo que se me nota mucho que tengo hijos, hermanos y padre y que de ellos y con ellos aprendo a ser mejor persona, que es de lo que se trata. Mi sueño es ser mujer y no tener que demostrarlo ni justificarlo.
Y mira, acabo de darme cuenta de que sois cuatro hombres los que habéis comentado esta entrada. Poco que añadir.
Gracias por tus abrazos grandes (en todos los sentidos). 😘
Bravo, Margarita, qué buena historia. ¡Enhorabuenísima!
Es lo bueno de poder inventar mundos paralelos, tangentes o perpendiculares, da igual, siempre que consigamos que la ficción supere a la realidad. En eso andamos, y corremos, tú y yo, ¿no? 😉