Me disponía a regar mi árbol del paraíso con agua recién exprimida de una nube cuando los pájaros dieron la voz de alarma. Lo dejé todo y salí volando. Tanta prisa llevaba que a punto estuvo de atropellarme un avión. Tardé unos segundos en recomponerme del susto y casi no llego a tiempo de ver cómo centenares de almas en pena saltaban la valla y conseguían entrar. Presentaban heridas de diversa índole y consideración, jadeaban por el esfuerzo y apenas podían sostenerse en pie. Pero en cuanto San Pedro cogió las llaves que colgaban de su cinturón y abrió las puertas para devolverlas, comenzaron a implorar piedad con fuerzas renovadas. Habían cometido un delito de allanamiento según el marco legal vigente en el cielo desde hacía una eternidad.
—Eh, alto ahí —grité—, soy abogada.
Y aquí estoy, con el argumentario preparado, esperando que llegue el día del juicio final.
Finalista del mes de enero en el XIV Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
PALABRAS DEL MES: pájaro, marco, delito, pena, regar
22 ideas sobre “PASAR A MEJOR VIDA. O NO”
Que cosa tan bien hilada y bien escrita, Margarita. Me he divertido leyéndolo. Un gusto leerte, como siempre.
Lo que es un gusto es leer comentarios como el tuyo, Juanma. Un empujoncito motivador que suena a música celestial. ¡Gracias!
Esto me suena.
Desde luego es muy triste ser un alma en pena vagando por el limbo, pero eso no quiere decir que las entradas por las puertas del cielo no se deban realizar de manera legal justa y ordenada. También el Cielo tiene derecho a impedir que fuercen sus límites y defender sus confines, incluso mediante devoluciones en caliente si fuera imprescindible. Hasta el Cielo podría verse rebasado en sus capacidades para atender a todos sus moradores y no sería justo para aquellos que se han ganado el derecho a entrar con todo merecimiento.
Me rindo a tu habilidad para ilustrarnos con temas candentes a modo de cuentos. Nuevamente enhorabuena….magnífico.
Besos
Esto nos suena, sí, pero es una melodía desafinada a la que cuesta seguirle el ritmo. No hay forma de sintonizar el dial. Cuando te pilla tan de cerca, las miserias de uno y otro lado de la valla golpean irremisiblemente cuerpos y conciencias.
Y parece que el problema (porque es un problema, y de difícil solución) ha llegado allá arriba: tierra, mar y ahora aire también. No sé si San Pedro estará preparado para contener tanta alma en pena. Tampoco si el Paraíso es lo suficientemente grande como para albergarnos a todos, aunque vista la cantidad de «tontos malvados» (por ser benévola) que hay en el mundo, creo que donde van a tener problemas de espacio es «en el otro lado». Aunque, claro, yo no soy Dios, ni mi justicia es divina, por suerte para muchas almas sin corazón.
Un beso
Espero que como cualquier santa también esté doctorada en Imposibles.
Ja, ja, ja. Pues no sabría decirte, igual imparten esa titulación por aquellas latitudes.
Gracias por hacerme reír, Carlos.
Un saludo
Muy bonito e ingenioso.
Muchas gracias, CarMac. Si el cielo por dentro es tan bonito como sale en tus fotografías, no es un mal sitio para ir.
Esa abogada del cielo que está dispuesta a defender a las almas en pena se merece un buen café con una nube de leche recién exprimida😃
Me temo que se ha tomado unos cuantos ya, muchos, y empiezan a pasarle factura los nervios de la espera 😉
¡¡¡Que relato más bonito para empezar el Año!!!
¡Defensora de almas desamparadas! 🥰😍
Te veo perfectamente, con tus alitas de algodón de azúcar y tu diadema de cocholate blanco. 😊
Como supongo que esperas alguna de mis idas de ollas para la interpretación, pues…
Yo veo a una ángela de la guarda que no solo resguarda el cuerpo de los penados, también su espíritu y su corazón. Siempre pendiente en su turno de oficio (esos pajarillos son su alarma) para acudir a los desesperados que ansían, pero no esperan ayuda. El San Pedro es la cruel administración con sus tochos de leyes y normativas (las llaves) que se deja guiar por la apariencia harapienta y maltrecha de los penados.
Aunque, también veo una maravillosa metáfora de la inmigración (saltando la valla) y las secuelas de las cuchillas y espinas de la frontera (de ahí las heridas).
Con cualquiera de las interpretaciones este relato hincha el corazón por su belleza y lo destroza por su triste realidad. Siempre nos haces reflexionar con tus obras de arte. 🥰🥰🥰
Enhorabuena Margarita.👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Que forma más divina de empezar el año que empaparse de tu talento y tu grandeza de corazón.
¡Ojalá el NUEVO AÑO nos traiga más tranquilidad y sea más saludable y alegre!
Un abrashasho. 🥂🍻🤗😘
Ja, ja, ja, Jose Antonio. Acabo de comerme las alitas de algodón de azúcar, es lo que tiene ser golosa, así que ahora solo me queda, otra vez, volar con la imaginación. (La diadema no, esa no me la como, que me encanta sentirme princesa, 👸 al menos hasta que llegue el calor y empiecen a caerme los churretones por el pelo).
Y sí, supones bien: espero, te espero con olla y sin ella, porque tus comentarios son jugosos, nutritivos y muy apetecibles. Y me hacen tomar conciencia de la diversidad de lecturas e interpretaciones que puede tener una minúscula historia.
Y reflexiono. Y me flexiono y me quito el sombrero, una vez más, ante tu generosidad. 👒
Me apunto a tus deseos para el Nuevo Año.
Un abrazo (esto de ser del norte…, qué sosería, no me sale el acento ni escribiéndolo, cachisss) 🥂🤗😘
Tener que morir, y cuando estas esperando la justicia divina que te resarza de todo tu sufrimiento, te des de bruces con una realidad tan espantosa como la que dejas…Precioso Margarita, siempre nos tocas nuestro corazoncito…
Dan ganas de morirse del todo, ¿verdad? Esperemos que todo esto no sea más que un mediocre producto de mi irresponsable imaginación.
Gracias, Óscar
Un saludo
¡¡¡Genial!!! Salud, abndantes momentos de felicidad y que se cumplan tus sueños. Un abrazo, amiga.
Y que sigamos compartiendo historias «así en la tierra como en el cielo».
Un abrazo, Azurea
Pero qué lujazo de relato nos vuelves a regalar, Margarita! Eso de que con la motivación de unas cuantas palabras y un concurso de fondo seas capaz de componer breves historias tan bellas y sugerentes, sin duda que se debe a esa magia especial que posees con las palabras, transmutando tu sensibilidad y creatividad en imaginativas píldoras que nos hacen disfrutar y, la mayoría de las veces, también reflexionar… Como con estas almas en pena, trasunto también para mí de tanta migración a la que le cerramos las puertas… El cine español en los últimos años ha aportado también valiosos testimonios sobre ello, como «Adú» o «Mediterráneo» entre las más recientes. No sea que por vivir en el paraíso nos volvamos insensibles a lo que pasa en el otro lado. Por eso tu abogada protagonista aporta un esencial toque de esperanza.
Salud y un abrazo.
Los concursos me ayudan a escribir porque me marcan una fecha límite sin la que lo dejaría todo para pasado mañana. Incrustar palabras es una dificultad añadida que me motiva tanto como me desespera porque no siempre me encajan todas. El resto no sé si es magia o simple necesidad, pero me gusta cómo lo cuentas. Me gusta cómo lo cuentas todo, Ana, tus artículos son de una calidad envidiable. Ya quisiera yo. Y tus aportaciones sobre el cine, siempre enriquecedoras.
Soy muy afortunada.
Gracias, salud y un abrazo
Es una delicia tu relato, Margarita. Muchas felicidades.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani. Lo delicioso es que te pares a leerlo y comentar.
Un beso grande 🧡
Divertido, enternecedor , doloroso pero sobretodo esperanzador . Enhorabuena .
Algún día no habrá que morirse para pasar a mejor vida.
Gracias, Eva.