La frase yacía en el suelo arrugada y con signos de haber sido brutalmente agredida. La eme tenía un asta rota, dos tes estaban decapitadas y una tilde había desaparecido. Otras letras presentaban tales magulladuras que eran impronunciables. «Otro caso más», dirían en los telediarios en cuanto la noticia se filtrase a la prensa. Y cundiría el pánico entre la población.
Sherlock Holmes observaba preocupado el escenario mientras el doctor Watson comprobaba las constantes vitales de la víctima; apenas tenía tono y había perdido mucha tinta. Debían darse prisa si querían salvarla. La colocaron con delicadeza sobre papel de seda y la condujeron a toda velocidad al dispensario de la biblioteca municipal, donde los especialistas comenzaron a reanimarla, aunque nada pudieron hacer para recuperar su significado.
Sherlock encendió su pipa y se ajustó la gorra preocupado. Sabía que este caso no iba a ser fácil de resolver.
—O los autores dejan de tirar a la papelera todo lo que escriben o nuestro mundo corre peligro de extinguirse —acertó a decir el doctor Watson—. Necesitamos urgentemente gente decidida y con imaginación.
—Elemental, querido Watson, pero no olvide que no es tan simple: tiene mucha ciencia esto de la ficción.
Publicado en el libro recopilatorio de la II edición del Concurso de Microrrelatos Círculo Creativo. Fundación Cajacírculo. Burgos.
16 ideas sobre “CIENCIA Y FICCIÓN”
Aaaay si las papeleras hablaran… 👏🏼
No sé la tuya, pero la mía la compré con el juramento de secreto profesional incluido. Por si acaso. 😉🥰
Si el resultado es un microrrelato tan bueno, que se sigan llenando las papeleras!! Además, Sherlock y Watson seguirán teniendo trabajo , al menos en la ficción.
¡Enhorabuena Msrgarita!
Gran relato, Margarita. Me ha encantado la forma en la que las letras cobran vida, y desgraciadamente muerte después, en una trama muy bien armada, y con los memorables Holmes y Watson.
Me gustó. Felicidades.
Las palabras son muy vulnerables, siempre en nuestras manos: ahora les insuflo vida y significado, ahora les corto la raíz. Depende de cómo nos dé el aire o la ciencia o la ficción. Menos mal que los clásicos nunca mueren. Y que hay gente como tú que anima a tratarlas con el cariño que merecen.
Gracias, Alfonso
Compraremos más papeleras, pero para llenarlas de nuevos personajes. Y a Sherlock y a su querido Watson los vamos a traer a la realidad para que investiguen qué está pasando, a ver si nos sacan de esta.
Muchas gracias por tu entusiasmo contagioso, Aurora. Un beso grande.
Pondría la mano en el fuego asegurando que cuando Sir Arthur Conan Doyle ideó a estos entrañables personajes, nunca imaginó que se encontrarían con un caso tan complejo como éste.
Con este singular relato de ciencia y ficción vas a poner al límite la capacidad de inteligencia, dotes de observación y razonamiento deductivo de nuestro querido Sherlock, así como la perspicacia de Watson.
Aunque pudieron con Moriarty, me temo que en esta ocasión, no podrán acabar con el enigma que encierran las frases que fluyen de tu teclado.
Ciencia y ficción, ficción y ciencia, un dueto que siempre deberían cantar juntos ¿Te suena?.
¿Que si me suena! A música con todas las notas, bemoles incluidas, me suena.
A lo mejor la respuesta está ahí, Javier, camuflada en una melodía olvidada esperando que alguien la cante con voz más o menos atiplada, da igual, la voz es lo de menos. Las ganas, lo importante son las ganas.
Y que no nos falte un puñado de buenos amigos y agua con hielo en un vaso de «güisquionderrok».
No tiene más ciencia, aunque después de tanto tiempo pueda parecer ficción.
Cuanto juego os da el Sr Holmes a los escritores.
Cierto, dan ganas de escribirle una novela, es todo un personaje 😉
Merci beaucoup Margarita pour ta visite ! En ces temps délicats de pandémie, sois prudente et prends bien soin de toi. Bisous amicaux d’Auvergne (France)
Merci beaucoup, Louis. J’espère que tout va bien. Cordialement.
Cierto, escribir no es cosa de dejar a la suerte. Me ha gustado mucho.
Cierto, escribir es complicado, al menos hacerlo bien.
Gracias por venir hasta aquí, Carmen.
Seguramente muchos siguen utilizado la tinta y el papel, mi recipiente de la basura ya no atiende ese tipo de infartos.Dejo al tempo que o se recupero o bien la tecla de borrar no deje huella, trabajo tan perfecto que no habrá pistas paraq Sherlok. Excelente minificción amiga Margarita. Abrazo grande.
No se lo pones nada fácil a los sabuesos, pero que no se enteren porque igual, con esto de que ahora viven en los libros electrónicos también, se actualizan y tecnifican e inventan algo para encontrar las huellas en tu computadora.
Muchas gracias por no borrar tu comentario, Rubén.
Un abrazo