Ahora que la gente se desdobla, vivimos mucho más apretados en el edificio, pero nos apañamos bien. La mayoría de los dobles son tranquilos, eficientes y respetuosos. En mi rellano, por ejemplo, vive una enfermera y, desde que su doble se encarga de los turnos de noche en el hospital, es más amable y me da los buenos días.
El mío es un tipo callado. Se sienta a mi lado a leer el periódico mientras desayuno. Cuando termina, me lo pasa y va en busca de mi mujer. Se entiende mucho mejor con ella, que lo tiene acaparado noche y día desde que se cruzaron por primera vez en el pasillo. Hubo un tiempo en que pensé en deshacerme de él, pero no es tan sencillo. El del cuarto se encerró con el suyo tres días y al salir, solo quedaba uno. Seguimos sin saber cuál. Y para qué arriesgarse.
Finalista en el Certamen de Microrrelatos SUR – V Premio Pablo Aranda. Málaga

17 ideas sobre “DOBLE O NADA”
Me alegro de verte nuevamente en acción dándole a la tecla.
El relato me ha recordado una peli de Bruce Willis que vi hace tiempo y que se llamaba Los sustitutos. La trama consistía en que los humanos permanecían encerrados en casa mientras sus “sustitutos” —robots con apariencia ideal— eran los que interactuaban con el mundo real, eliminando así riesgos físicos, inseguridades, incomodidades y el trabajo duro.
Como en tu relato, sería tentador tener un doble que se comiera “los marrones” de nuestra existencia, pero entonces ¿qué gracia tendría esa existencia si el que viviera nuestra vida fuera un avatar?…..en fin, vaya vd. a saber.
Un beso
PD: Nos debemos una party-line para la próxima semana que mañana nos vamos unos días de boda.
Ya tocaba (a darle a la tecla, me refiero). Tanto tiempo de parón pasa factura, sobre todo a la imaginación. Me hubiera encantado tener un doble este último año y pico, la verdad. Pero bueno, tal y como dices, de haber sido así, ahora no podría alegrarme de todo lo conseguido por méritos propios. Solo queda el último empujón y podré dedicarle al fin toda mi atención a mi musa, aunque antes tendré que convencerla para que vuelva a casa. Cosas más difíciles se han visto 😅
Pasadlo bien en la boda. Ya «partylinearemos» después.
Un beso
Una enfermera que haga los turnos de noche está muy bien. Todas las enfermeras quieren una doble así. 🤣🤣😂
Estupendo relato.
Un abrazo, amiga
Intuyo que de enfermeras sabes un rato largo. Aunque parece que tú no necesitas una doble: siempre saludas cuando nos cruzamos 😉
¡Gracias, Azurea!
Un abrazo
¡Genialísimo!
¡Desdoblando el reto, pero doblando el arte!
Espero que eso no me pase a mí; como yo me desdoble, explota la casa. XD
Felicidades, artista de las letras.
Abrazo Grande.
Me parto contigo, Jose Antonio 😂 Aunque a mí no me engañas: si no es un doble, algún secreto tienes que tener para que te dé tiempo a tantas cosas. Y no me extraña que seas tan grande, dónde si no podrías alojar tanta generosidad.
Un abrazazo 🌼
Gran cura de humildad el saber que tienes un doble, que no eres único, y que encima puede ser mejor que tú…¡Si te duermes en los laureles puedes resultar sustituido!
Tal cual. Eso de que somos únicos e irrepetibles pronto pasará a la historia, si es que no lo ha hecho ya. Aunque debo reconocer que hay momentos en que me agota esto de tener que ser original todo el tiempo.
Un saludo, Óscar.
Excelente Margarita, ese final…
Muchas felicidades.
Besicos muchos.
Al final hay que jugárselo a doble o nada. O quedarse uno como está, que tampoco es mala opción.
Muchas gracias, Nani 😍
Un beso enorme
Con lo que me gustan a mí las historias de vecindarios y edificios… Lo que siempre me ha inquietado mucho son los desdoblamientos y los dobles. Uyuyuy… ¡Enhorabuena, Margarita! Un abrazaco.
Pues mira, mi nuevo proyecto se titula «Patio de vecinos» (¡primicia mundial!). Y qué mejor que cotillear a los vecinos 😅
De los dobles, mejor no hablar, ya se encargan ellos.
¡Gracias, Aurora! 😍🥰🥰
¿Me mandan una doble que cocine y ayude en la casa, porfis? No que escriba, eso me lo dejan a mí…¡Buenísimo, Margarita! Y sigue dándole a la tecla, que me ha encantado esa expresión.
Jamás se me ocurriría enviarte un doble que escriba por ti, sería un fracaso estrepitoso. De los que cocinan, creo que alguno queda, siempre que te gusten los bocadillos de queso, claro, porque no dan más de sí. Si hablamos de ayudar: agotados, en todos los sentidos.
Pero seguro que se nos ocurre algo mientras le damos a la tecla.
¡Abrazazo!
El de la existencia de dobles sería un buen remedio para unas cosas y una maldición para otras. Está dentro de cada uno decidir por qué lado inclinarse en la balanza de las decisiones.
Enhorabuena.
Siempre he pensado que todos deberíamos poder elegir, y me peleo cada día por ello. Pero elegir supone una gran responsabilidad, esta es la parte que se nos olvida.
¡Gracias, Marcos!
Muy original