Tras un día tan nefasto, lo único que deseaba era darme una ducha y disfrutar de una deliciosa copa de vino recostada en el sofá. Mi marido volvía a retrasarse y los niños se acababan de acostar.
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Tras un día tan nefasto, lo único que deseaba era darme una ducha y disfrutar de una deliciosa copa de vino recostada en el sofá. Mi marido volvía a retrasarse y los niños se acababan de acostar.