Mi mujer se levanta cada noche a esa hora en que las estrellas pierden los contornos puntiagudos que les salen cuando las dibujamos sobre un papel. Después de dar una vuelta por la casa y comprobar que está todo en orden,
Finalista
—No se levante, Señoría, que volcamos. —¿Os habéis fijado? Hay residuos por todas partes, ¡qué asco! —Estamos como sardinas en lata,
Hoy hace diez días que volví a casa. En el hospital no podían hacer más para frenar esta enfermedad que me devora las entrañas.
Mientras espero en la cola, mi imaginación avanza muchísimo más rápido que mis pies y por unos instantes creo que me voy a descoyuntar.
Cansados de representar lo que ya no éramos y de confundir la rutina con el derecho consuetudinario, decidimos divorciarnos civilizadamente.
Frente al espejo del baño, intenta alisarse el bucle del flequillo y observa su aspecto con amargura. La camisa de cuadros es horrible y los pantalones de pana le rozan la piel.
En las inmediaciones de Vetusta se ha estrellado un avión de papel que había despegado tan solo unos minutos antes de la Región Neuroimaginativa de una joven ilusa.