Voy a tener que quitar del catálogo lo de leer la mente de las personas, la lista de espera es tan larga que no me ha quedado más remedio que traerme el trabajo a casa. Al principio todo iba bien, pero mi marido ya está harto; si no pongo freno, amenaza con marcharse a vivir con su madre y llevarse con él a los niños. No puede seguir así, dice, encontrando cabezas tiradas por el pasillo o al lado de sus camisas recién planchadas. Lo siento sobre todo por la pequeña, ella se entretiene haciéndoles mechas y practicando los cortes de moda. Se va a disgustar. Sin embargo, no todo está perdido: empezaré a leer las líneas de las manos; son más fáciles de guardar y la manicura tiene mucho futuro.
Publicado en la antología del 5º Concurso de Microrrelatos Fundación Círculo Burgos.
16 ideas sobre “VISIÓN DE FUTURO”
Estaba toqueteando el ordenador cuando me he tropezado con tu nueva entrada del blog.
En esta ocasión veo como lo absurdo y lo mágico se abrazan, en una especie de dueto de humor y creatividad, que han resultado en un relato que desafía cualquier intento de encasillamiento. Al menos yo soy incapaz de catalogarlo.
En suma, has logrado crear con cuatro líneas un universo paralelo donde la lógica se ha quedado en la puerta y la imaginación se ha convertido en la reina indiscutible. A mi desde luego me ha divertido bastante.
Un beso.
Tienes toda la razón, Javier, es imposible catalogar esta locura. De eso se trata, de sacarme a mí misma de mis casillas y dejarme llevar por la historia y traspasar los márgenes. A veces necesito soltarme la melena y dejar que el viento la enrede entre sus ráfagas.
Lo que me ha extrañado es que lo hayan seleccionado; parece que no soy la única cuerda del barrio.
Un beso
Extraña familia. No sé en que trabajará el marido. Son como la família Monster.
Me ha gustado.
Me has arrancado una carcajada, Jaime.
Pues ahora que lo dices…, podría ser una buena historia la del marido; no sé si para ponerla en verso, pero un poema, sin duda (chiste malo).
Gracias por tu visita. Me encanta.
Un abrazo.
Sigue escribiendo así de bonito, Margarita.
Te deseo una Navidad familiar y un próximo año lleno de micros exitosos.
Un fuerte abrazo.
Y los amigos, no te olvides de los amigos, Jaime.
Que tu Navidad sea como desees: familiar, ruidosa, luminosa, corta o larguísima, en pijama o con jersey hortera y calentito.
Un abrazo.
Hola, Margarita.
Las cabezas son aparatosas, intrincadas y parlanchinas; además necesitan mantenimiento y los dolores son contagiosos. Las manos muchísimo mejor, dónde va a parar. Te pueden felicitar golpeándote la espalda, como un buen jefe interesado; te dicen hola y adiós, por las mañanas y por las noches, en silencio; te rascan donde no llegas; y lo mejor, te pueden dar masajitos terapéuticos o sensuales.
Eso sí, no te actualices al sistema digital, pierde mucho. XD
Excelente micro, amiga. ¡Fabuloso!
Un Abrazo, Felices Fiestas (creo que ya va estando en su momento) y un Felicísimo y tranquilo Año Nuevo.
Hola, Jose Antonio.
Tengo que reírme, es inevitable contigo, y muy digno de admiración que seas capaz de sacarle tanta miga a esta historia estrafalaria.
Estoy de acuerdo contigo en que donde esté una buena mano 😄
Gracias por tu felicitación navideña; a pesar de las luces urbanas no acabo de ambientarme y, sí, ya va siendo hora.
Feliz Año Nuevo. Que sigamos compartiendo estos ratitos.
Un abrazo.
Mejor no ser cliente de tu protagonista, o que te atienda en su consultorio un día en el que no tenga mucho trabajo. Un abrazo, Margarita.
Solo tiene que conversar contigo un ratito para volver a ser de nuevo un «Ser humano».
Un abrazo, Ángel.
Jajaja!!!
Me ha encantado .
Eso de las cabezas rulando por la casa es peligroso y si salen parlanchinas peor. Las manos son más mágicas en todos los sentidos . Hacen cosquillas como tú me las haces a mi cuando te leo . Abrazote.
Me imagino los relatos con dedos terminados en uñas con lunares de colores. Aunque también les veo la cabeza, no lo puedo evitar.
Aunque lo importante es lo que sientes tú. Y me encantan esas cosquillas.
Gracias, Eva.
Un abrazo
Un micro socarrón, con un puntito divertido y gracioso, me ha encantado y me has sacado la sonrisa.
Hoy me apetecía más ésto a que me sacaras la melancolía, la pena o la indignación. En cualquier caso lo que tu no nos dejas es indiferente.
Enhorabuena y ¡feliz Navidad! Un beso
Es una suerte que coincidamos en estados de ánimo; perder la cabeza, o mejor aún, las cabezas de los demás, es un proceso catártico, curativo o, al menos, lo suficientemente mágico para jugar al despiste con las emociones por un ratito.
Gracias, Aurora. ¡Feliz Navidad! ✨⭐🧡
Buen relato, Margarita.
Lo de conciliar la vida labora con la familiar a veces resulta complicado, y mas aun con determinados trabajos.
Yo también creo que lo de las manos es mas llevadero, siempre que no acaben en cuellos ajenos, claro.
Un saludo.
😄 No nos lo ponen fácil: si encontrar un trabajo es casi misión imposible, mantenerlo después sin olvidarnos de los requerimientos familiares, las necesidades del hogar -lavadoras, hornos, polvo de distinta consistencia sobre los muebles y un largo y sucio, seguro, etcétera-, el gimnasio, las extraescolares y el tiempo de relax tan necesario para mantenernos cuerdos y sanos es aún más complicado. Una manita no nos viene mal. Y si hay que cortarla pues…
Un saludo, Alfonso.