—No se levante, Señoría, que volcamos.
—¿Os habéis fijado? Hay residuos por todas partes, ¡qué asco!
—Estamos como sardinas en lata, ¿pero de quién fue la idea de traerse también al jurado?
—Si al menos el clima fuera propicio… Esta lluvia cala hasta la médula.
—¿Seguro que esta patera es sostenible? Mira que pesamos mucho, ¿eh?
—Tengo frío, ¿alguien sabe qué hacemos aquí?
—¡Se callen, coño, que aquí no hay quien duerma!
—Alguien dijo algo de empatizar.
—Me cago en el abogado defensor y en sus grandilocuentes ideas de justicia para todos.
—No saques el pie, inconsciente, que puede haber alguna bolsa de Mercadona merodeando.
—¿Empatizar no era ponerse en el lugar del otro?
—El truco para relajarse es respirar lentamente, ommm.
—Pues venga, te cambio el sitio y nos vamos a casa ya.
—¡¡Quietos!!
—Joder con los experimentos.
—¡Eh, que nos estamos hundiendo!
—Socorrooo
—¡¡¡Ayuda!!!
—¡¿Hay alguien ahí?!
—¡!
—
Finalista de octubre en el XI Concurso de Microrrelatos sobre Abogados
Palabras del mes: justicia, sostenible, residuo, clima, respirar
4 ideas sobre “SÁLVESE QUIEN PUEDA”
Buenísimo !!
Una auténtica genialidad.
Bss.
A ver si no terminamos todos en el fondo del mar.
Gracias por venir, Eva. 😊😘
Además de presente, tienes futuro, jovencita, ya lo creo que sí, te lo dice un viejito al que le gusta lo bueno e incluso lo muy bueno. Salud.
Cómo me gusta oír eso, José Ángel. Por lo que veo tenemos en común un buen paladar y casi seguro que ambos hemos bailado la música de los 80, la diferencia es que yo no encuentro tiempo para cambiar la foto.
De cualquier modo, mil gracias por tus generosas palabras. Y que el futuro nos sea propicio.