Tú no la conociste, era la chica más linda de la ciudad y la que mejor olía del mundo entero. Cuando estabas con ella, tenías la sensación de estar en otra dimensión.
La primera vez que la vi no reparé en ella. Ni la segunda tampoco. No fue hasta el tercer día, cuando se apoyó grácilmente en mi banco justo antes de que me echara a dormir. Hizo unos cuantos estiramientos y luego, mientras se agarraba el brazo derecho con la mano izquierda por detrás del cuello, me preguntó si yo vivía en ese banco. Le dije que sí con la cabeza mientras observaba admirado cómo doblaba la pierna hacia atrás hasta tocarse la nuca. Y así, de esa manera tan tonta, comenzamos a hablar y ya no nos detuvimos hasta que se apagó la luna.
A partir de ese día nos vimos todas las noches. Conversábamos hasta que aparecían los primeros claros del alba. Entonces nos despedíamos felices, empachados de palabras y de compañía.
Ella se subía en el respaldo del banco y de un ágil salto regresaba a su valla publicitaria. Se alisaba la ropa, sujetaba con ambas manos el frasco de perfume, lo elevaba unos centímetros por encima de su corazón, ladeaba ligeramente la cabeza y se quedaba muy quieta. Sin respirar. Ni un solo pestañeo. Hasta que volvía a oscurecer.
Y así, esperando que llegasen las noches, los días pasaban deprisa. Y casi sin darme cuenta llegó febrero y con él, mi cumpleaños. Hacía siglos que no lo celebraba, pero ahora tenía un motivo y un con quién. Con lo que había sacado tocando en la calle la última semana compré un pastelillo de chocolate y, aunque aún faltaban unas horas para nuestra cita, me adelanté para dejarlo todo prepararlo.
Pensé que iba a morirme cuando desde lejos vi a unos tipos con mono azul subidos en lo alto de una escalera cambiando el cartel de la valla publicitaria. Corrí desesperado. Corrí y corrí, pero cuando llegué ya la habían roto en mil pedazos y sus restos se retorcían en el suelo.
En su lugar han colocado un cartel de un coche con tracción a las cuatro ruedas. Del color del cielo cuando truena. Brillante. Aerodinámico. Que pasa de cero a cien en seis segundos. Todo muy guay. El problema es que despide un fuerte olor a gasolina. Y ni siquiera arranca.
Finalista en el XV Concurso de relatos cortos para leer en tres minutos «Luis del Val». Ayuntamiento de Sallent de Gállego (Huesca)
22 ideas sobre “LA VALLA PUBLICITARIA”
😊 Margarita, you had me believing this was real life but of course, the image gave the game away! I’m still smiling, and yet there is a tragedy to the story too! 😢 The best stories have both elements just as in real life! Marvellous! 💐💐🙋♂️
Life can be wonderful and terrible at the same time. It depends on which side you are on. The pity is that you can only change it when you write it.
What doesn’t improve is my English.
Thanks for coming here.
A hug, Ashley
Una fantasía preciosa de quién no tiene más riquezas que sus sueños.
Como siempre, un pequeño relato que dice tantísimo que te estruja las entrañas:
«me preguntó si yo vivía en ese banco.»
La alegría de una simple pregunta que le desconcierta, porque se siente ninguneado por todos los que vuelven la cara para no verlo, que se preocupan más de que el sitio esté ocupado o sucio, que de la incomodidad de una vivienda no elegida voluntariamente.
«comenzamos a hablar y ya no nos detuvimos hasta que se apagó la luna.»
Hoy en día, más que nunca, sabemos lo necesario de poder tener con quién compartir aunque solo sean unas palabras. Qué bonita forma de describir el final de la noche, dándole un soplido a la luz de la luna.
«empachados de palabras y de compañía.»
El alimento de los que tienen el estómago vacío, pero la mente viva.
«pero ahora tenía un motivo y un con quién.»
¿Hay mayor regalo para un cumpleañero? Las mayores riquezas no endulzan la soledad.
«Con lo que había sacado tocando en la calle…»
No se trata de un sintecho cualquiera, es alguien con la sensibilidad y el talento necesario para regalar música en la calle por unas míseras monedas, con las cuales, no le duele hacerlo, al contrario, compra un tesoro para compartir.
«ya la habían roto en mil pedazos»
Una maravillosa y preciosa metáfora para señalar la desesperación del amor hecho pedazos.
«un fuerte olor a gasolina. Y ni siquiera arranca.»
Y el impresionante final dónde el intercambio de olores nos muestra la salida de su sueño a la realidad, dónde lo material vuelve a sustituir a lo sentimental.
Lo dicho, siempre contando entre líneas mucho más de lo que dicen las palabras.
No necesitas escribir novelas de tocho, eres parca en palabras, pero espléndida contando historias y transmitiendo sentimientos.
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Gracias por permitirnos paladear tus poesías hechas prosas.
Un abrazo.
¡José A.! Me has recordado a los comentarios de texto que teníamos que hacer en el colegio. Si yo hubiera sabido desgranar las frases así…
Ya entonces nos dividíamos entre los de ciencias y los de letras y, fíjate, nadie nos explicó que lo importante es saber leer en el infinito de las estrellas y en la luna, que es solo una. Tú aprovechaste bien las clases porque la sensibilidad del alumno no contaba y pasaba desapercibida y se colaba en cualquier asignatura (estoy segura de que hasta a los Reyes Godos les encontrabas encanto).
La suerte es que Maestros como tú enseñan, nos enseñas, tus habilidades y podemos disfrutarlas y aprender y seguir soñando que en una valla publicitaria se oculta la esperanza que necesitamos. Solo tenemos que pararnos a mirar. Y escuchar. Y contar.
¡Gracias por tu historia, por tus matemáticas, por tu arte, por esa química que destilas y traspasa el alambique de la pantalla!
Un abrazo
(Lo que va a disfrutar mi amigo cuando te lea).
Jajajajaja, demasiada buena impresión tienes de mí. Siempre me abrumas con tus palabras. 🤗🤭
En realidad fui un alumno muy shungo y solo con la edad empecé a apreciar y amar las asignaturas.
Las clases me aburrían una enormidad y eran muy pocos los profesores que me enganchaban. Y, aunque no lo creas, era bastante bueno en las ciencias, sobre todo en mates, pero nefasto para las letras. Eso sí, me encantaba leer y lo llevo como bandera.
Creo que el mayor problema que tiene la enseñanza es que los profesores se afanan demasiado en aparentar saber y meternos datos en la cabeza, cuando solo necesitan contagiar. Un profesor que enamora con sus palabras, que inocula la curiosidad y promueve el propio interés, está consiguiendo un alumno de por vida.
Por desgracia, el sistema, la premura de los horarios, las estructuras jerárquicas y obsoletas, las remodelaciones educativas sin sentido, dejan poco margen a los maestros vocacionales.
Por eso me gusta que me llamen «maestro» en lugar de «profesor». Te dejo que pienses en las diferencias. 😜
Saludos y conviá de un par de cervisitas para ti y tu amigo. 🍻🍻
¡Salud, Maestro!
Muchas felicidades Margarita. Es precioso, me ha encantado!!
Besicos muchos.
Ojalá la próxima publicidad sea de un buen vino para poder brindar juntas.
Un beso grande, Nani.
Hablando de amores imposibles y no correspondidos 🙂
En el amor casi todo es posible, hasta imaginarlo. Lo complicado es sentirse querido.
¡Gracias, Franco!
Enhorabuena, Margarita!!
¡Muchas gracias, Escritora!
Me ha encantado.
Muchas felicidades y mi enhorabuena .
La magia existe y está a nuestro alrededor , solo hay que buscarla . Porfi , la próxima vez que la magia se haga realidad .
Eso quiero, que se haga realidad, pero las chisteras están pasadas de moda y cuesta encontrar una con palomas dentro que echen a volar en cuanto le das al resorte. Seguiremos buscando, seguro que encontramos una.
Me pregunto donde encuentras la inspiración para crear una historia de amor a partir de una valla publicitaria.
Historia cruda, por cierto. Te topas con la realidad de bruces.
Ojalá cambien pronto ese coche por algo que alegre la vida a ese pobre hombre y le llegue una luz de esperanza a su vida.
Enhorabuena y feliz verano Margarita.
Ojalá supiera de dónde viene la inspiración así podría ir a buscarla cuando me hace falta.
Las historias de amor no son siempre lo que parecen. O lo que nos gustaría. O lo que necesitamos. Espero que la próxima, al menos en la ficción, resulte más alegre.
¡Disfruta del verano!
Un beso
Qué chulo!
Felicidades.
Me alegra mucho verte por aquí, Yolanda. ¡Mil gracias! 😊
¡Margarita, no me imaginé nunca ese final! Eres maravillosa.
¿Y tú me dices eso? ¡Poesía eres tú!
Que bueno, me ha encantado 🥰, que gozada lo bien que escribes 👏👏👏👏
Ay, qué alegría que te guste, ¡gracias! 😊