A través de las ventanas abiertas para ventilar, se cuela la detonación del disparo de salida. Cae entonces en la cuenta de que se le ha hecho tarde. Una vez más. Deja la colada a medio tender, apaga el fuego, las lentejas terminarán de hacerse con el calor residual, piensa, coge al niño con cuidado de no despertarlo y echa a correr. Cuando llega a la línea de salida ya no queda nadie. Aprieta el paso y a su hijo contra su pecho. Consigue alcanzar a los más rezagados. Dejándose arrastrar por el impulso de los latidos de su corazón, llega a la cabeza de carrera. El niño empieza a llorar. Sin detenerse, le da el pecho. Divisa la línea de meta. Acelera. Toma posiciones. Todos quieren ganar. Ella también. Por eso gira en la primera calle, fuera del itinerario señalado, y sigue corriendo sin mirar atrás.
Relato mencionado en el X Concurso de microrrelatos “San silvestre salmantina”.
15 ideas sobre “GANAR”
Muy bonito. Me recuerda a mi madre cuando mis hermanas y yo éramos pequeños. Ahora, tristemente, tiene cita con su última línea de meta y espero que llegue lo antes posible.
Precioso relato como siempre.
Lo siento mucho, CarMac. La vida es una carrera de fondo; lástima que no podamos entrar juntos en la línea de meta. Solo podemos aplaudir y aprender de los que la cruzan después de haber disfrutado del camino. Un abrazo.
Buenos días, Margarita.
Una carrera en la que todas las madres participan y muy pocas consiguen ganar.
Aquí lo importante no es participar, se da por hecho por obligación de género. Pero sigue sin ser respetada, cuidada, mejorada y premiado su quehacer diario. ¡Como si fuera tan fácil serlo!
Un disparo de salida que siempre le llega tarde y apresurado; una competición que casi siempre afronta sola; un camino que recorre sin señalización y siguiendo su propio instinto. Una prueba diaria más allá de las Olimpiadas.
Maravilloso micro que ensalza a estas grandísimas «atletas» con tus geniales metáforas.
Un abrazo.
Hola, Jose Antonio, buenos días:
Un homenaje a las madres, a las mujeres y a todas las personas que saben, y aprenden cada día, que ganar no siempre es llegar la primera (y menos aún a costa de lo que sea). Y que hay muchas líneas de meta. Y tantos ritmos de marcha como participantes. Y gente maravillosa con la que te cruzas en el camino que merece pararse un ratito para compartir unos frutos secos y recargar energía a su lado (o una cervecita del sur).
Mil gracias por tus comentarios tan trabajados.
Un abrazo
P.D. Espero solucionar pronto mi problema con wordpress. He dejado de recibir las entradas de los blogs a los que sigo. No me reconoce, dice. Igual es que he ido demasiado deprisa. A veces me pasa: me olvido de mirar el paisaje a mi paso.
Precioso homenaje a todas las madres que hicieron de su vida una carrera de obstáculos, a esas campeonas que competían sin saber a veces ni a donde ,ni como,ni por qué corrían, pero que llegaban milagrosamente a todo.
Hoy no puedo dejar de pensar en mi madre que hace poco cruzó la meta de su última carrera con la valentía con la que vivió.
Enhorabuena Margarita y un beso grande
¡Cuánto lo siento, Aurora! Alzo mi copa y brindo por madres como la tuya: por todo el cariño que nos han dejado y por su recuerdo infinito.
Un abrazo inmenso.
Muchas gracias!!
Ese deseo de ser la primera y aunque nos muestras su agotamiento, también la fuerza por llegar y ganar. Es muy visual Margarita. Me encanta leerte.
Muchas felicidades.
Besicos muchos
Soy partidaria de intentar ganar, aunque eso no significa llegar siempre la primera.
Contigo ya he ganado.
Un beso grande y mil gracias.
Y que a todo se tenga que llegar corriendo… Ay, si la vida o nosotras mismas nos permitiésemos disfrutar tranquilamente del camino… Un abrazo fuerte, Margarita😀
Y si al menos llegásemos… A veces me da por pensar que el día que paremos de correr, ante la falta de costumbre, sentiremos vértigo. O algo peor. Pero que no nos falte el camino, aunque sea con prisas.
Un abrazo, Aurora.
Como ya se ha comentado, me ha parecido un micro precioso como homenaje a las madres. Aunque los tiempos van cambiando –más lento de lo que sería deseable-, sois verdaderas heroínas ya que siempre habéis tenido muchos más obstáculos que nosotros a la hora de progresar profesionalmente y la conciliación, hoy por hoy, todavía sigue siendo una asignatura pendiente.
De todos modos, lo que más me ha gustado de este micro es el final. Ese desvío fuera del itinerario. Siempre hay que conocer y analizar los recursos propios de los que se dispone a la hora de alcanzar una meta, porque aunque a todos nos gusta ganar, eso no significa llegar siempre el primero. Puede haber otras metas diferentes para perseguir y alcanzar nuestros sueños. Metas que tienen que suponer un reto para mantenernos motivados, pero que a la vez tienen que ser realistas para evitar la gran frustración de no poder alcanzarla.
Seguro que nuestra protagonista termina alcanzado su ansiada meta.
Me ha gustado mucho Margarita.
Un beso
Es un homenaje a las madres, sí, pero tienen cabida todas las personas que caminan (voy a evitar eso de «correr», que nos pasamos la vida corriendo y olvidamos contemplar el paisaje y también hablar con los amigos) en busca de sus metas o de esos pequeños instantes que nos hacen sonreír. Tú de esos sabes «mucho bastante».
Y el final no podía ser otro: salirnos del itinerario que nos marcan los demás y que no nos lleva a ninguna parte, o al menos a la parte que nos gusta a nosotros. A veces es inevitable dejarse llevar y compartir la senda, pero otras no, y esas son las que nos hacen distintos, o raros, y las que disfrutamos de verdad y nos arrancan una sonrisa oculta en lo más profundo y cantamos de puro contento. Aunque también son las que nos hacen sufrir porque, como dices tú, suponen un reto que exige sacrificio, constancia y todas esas cosas que con solo pronunciarlas duelen.
Espero que nuestra protagonista lo consiga. Ojalá.
Un beso
Wonderful tribute! Beautiful article! Well shared! Thanks .🙏
Thank you so much for reading and commenting, Priti.