Hubo una vez un visionario que nos convenció de las ventajas de borrar la «b» del abecedario. Solo con la «v» viviréis un sinfín de aventuras divertidas, vociferaba por plazas y avenidas; volaréis veloces como el viento, nacerán violetas en vuestros jardines y tendréis caviar y vino para todos y vergeles en lugar de desiertos. Y tenía razón, aunque a veces evocamos con tristeza los días en que los novios nos besábamos en los labios.
2º Premio en el III Concurso de Microrrelatos. Asociación Cultural Lucerna.
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2 ideas sobre “A ECEDARIO QUE RADO”
Precioso. Y es que cuando queremos innovar lo que ya da buenos resultados, nos equivocamos totalmente. Estamos cansados de verlo, pero llegamos y de un plumazo borramos todo lo que sirve y así en educación por ejemplo y lo están padeciendo nuestros hijos.
Bueno pero yo venía a comentar tu relato y a decirte queme ha encantado.
Besicos muchos.
Puedes venir cuando quieras y a lo que quieras, Nani. Si hay algo que sirve sin lugar a dudas ni a visionarios es disfrutar de tu comentario. Un montón de gracias. Y un beso.